Expectativas del mercado inmobiliario para el semestre 2 del 2020
- Mario Palomares
- 9 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 feb 2022
Como era de esperarse, tras el esparcimiento acelerado del Covid-19 a nivel mundial y por ende tomar medidas drásticas para el control de la propagación, se generó por consecuencia una desaceleración de la economía debido a la baja demanda de productos y servicios que no son de primera necesidad.
Generando un panorama desalentador para la economía global, que si bien no era el más favorable, terminó por hundirse en el primer trimestre de 2020.
Sin embargo, el mercado inmobiliario tiene ventaja sobre otros mercados al tener dentro de su gama de servicios la vivienda que representa una necesidad básica. Si bien, la disminución de la actividad económica de manera generalizada trajo consigo una inevitable reducción del empleo a corto plazo, provocando que la población sea más selectiva en la forma de gastar e invertir sus ingresos. Para el sector empresarial el invertir en el sector inmobiliario sigue siendo una de las actividades con mayor esperanza de generar beneficios económicos.
Aunado a esto, debido a la alta demanda de productos mediante e-commerce, crece la demanda de espacios de almacenamiento que trae consigo altas oportunidades de inversión en este sector. De acuerdo con Nielsen Company empresa estadounidense especializada en medición de datos e información; el incremento de e-commerce desde 2018 fue de 35 por ciento con ventas mayores a 15 mil millones de dólares.
Por tanto, la situación actual hace que esta modalidad de compra-venta de productos y servicios tome mucho mayor peso en el mercado, siendo respaldada por el incremento del uso de dispositivos móviles y el exponencial acceso a internet que facilita la vida de las personas al satisfacer sus necesidades sin tener que salir.
En este sentido, otro de los sectores afectados drásticamente ha sido el de retail que han tenido cierres totales en sus puntos de venta, siendo los autoservicios los que han tenido que ampliar sus horarios de servicio y restringir accesos creando protocolos de protección para sus clientes con la finalidad de seguir operando sin representar un problema de salud mediante su actividad. Tendiendo que esperar con paciencia los periodos de aislamiento para regresar a operar de forma habitual.
Si bien, el sector de hoteles y turismo ha sido uno de los más afectados dentro del mercado inmobiliario debido al aislamiento social, se espera que conforme se vaya avanzando en la disminución de contagios y por ende el control de los casos de Covid-19 poco a poco se vaya retomando la demanda de este tipo de servicios entre la población.
Por otro lado, el sector inmobiliario dedicado a las oficinas ha experimentado cambios que se venían contemplando solo por algunas empresas y que de forma abrupta se tuvo que cambiar a la modalidad de home office, representando para este sector una disminución en la demanda de este tipo de servicios y por ende crecimiento desacelerado. Sin embargo, se espera que una vez superada la crisis, esta actividad retome de forma positiva su actividad.
De forma general el panorama económico generado de la combinación de todos los factores antes mencionados tendrá una afectación que se verá reflejada en una contracción de 5.8 por ciento (Soctia) y un crecimiento de 0.8 por ciento (Monex).
A pesar de todo el panorama negativo en la economía general, es importante la visión a futuro sobre las oportunidades que se presentan ante la crisis y en este sentido, el sector inmobiliario a pesar de sus retos a vencer, sigue siendo una oportunidad de inversión puesto que representa un riesgo bajo con margen de rentabilidad alta, además de generar plusvalía en el tiempo.

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